El Ayuntamiento ha acondicionado los dos vestigios de la guerra para consolidarlos como atractivo turístico a la vez que ensalza su patrimonio
En el verano de 1938, en plena Guerra Civil y entre operativos del bando nacional, la localidad de Jérica quedó engullida por un conflicto que solapó la vida rutinaria de sus gentes durante demasiados días. Como vestigio de tiempos tan oscuros, en Jérica quedaron como huellas del paso del hombre dos trincheras que, aunque una se recuperó hace un tiempo para posibles visitantes, han sido adecuadas y rehabilitadas para completar un nuevo itinerario completamente señalizado que dé a conocer una olvidada parte del pueblo, tanto para los vecinos como para posibles visitantes. La operación del consistorio, realizada con la ayuda de los Fondos Leader gestionados por el Grupo de Acción Local Castellón Sur 14-20, actúa en dos vertientes tan complementarias como necesarias para realzar el patrimonio medioambiental, histórico y cultural de la localidad: mientras que se recupera y se adecua un recuerdo imborrable del paso de la Guerra Civil por Jérica, también se crean nuevas rutas senderistas alrededor de las trincheras, que contribuyen a mejorar los diferentes itinerarios que recorren el término municipal y ensalzan sus atributos medioambientales.
Uno de los pilares sobre el que descansa la operación es «la puesta en valor y defensa de nuestro patrimonio cultural e histórico», expone Jesús Berganza, Agente de Desarrollo Local de la localidad del Alto Palancia, quien también hace referencia a la necesidad que tenían de «mostrar y recordar un tiempo que parecía olvidado». La recuperación de estas trincheras, pertenecientes a la línea defensiva de los republicanos llamada XYZ y a la red de trincheras construidas en 1938 con el fin de defender Valencia, se iniciaron por el 2009 con la operación sobre la Trinchera de la Vegatilla, la cual cayó en desuso y es ahora cuando se ha vuelto a acondicionar a la par con la Trinchera del Rabosal, la cual «estaba en ruinas por el paso del tiempo, y tanto las paredes como los nidos de ametralladoras estaban derruidos», expone Mariví Vivas, concejala de Obras y Urbanismo de Jérica, quien también hace referencia a un hecho insólito y de justicia como es «la habilitación para que personas con movilidad reducida puedan disfrutar de los vestigios históricos de la Guerra Civil».
Las diversas actuaciones que se han ido realizando en los senderos del término han repercutido en la creación «de una interconexión de diferentes senderos con los alicientes históricos y culturales como son las trincheras», explica el Agente de Desarrollo Local de Jérica. Sin embargo, dicha ruta de las trincheras aún no tiene la característica de circular debido a que «falta por revalorizar el que sería un último tramo, aunque tanto la Trinchera de la Vegatilla como la del Rabosal están comunicadas», explica Mariví Vivas. El proyecto de recuperación de la línea de trincheras de Jérica no está acabado, y el último tramo «conectará toda una ruta circular que haría visitables muchos kilómetros ahora invisibles», explica Vivas, aunque esto formaría parte de un futuro proyecto.
La puesta en valor de la historia local y la creación y adecuación de un sendero que permita acceder a los vestigios de la Guerra Civil «crea un turismo senderista y sostenible que atrae turistas», defiende Vivas, quien también comprendió que «el turismo de montaña está en auge y Jérica debía aprovechar esta oportunidad para atraer gente». En este contexto, «se han implementado medidas como carteles de información para que la gente tenga una mejor experiencia», explica Berganza.